Detrás de él venían los
versos
tratando de abrirse paso sin
ser vistos
y de tanto esconderse les
crecían las raíces
se deslizaban dentro de él,
desplazándose
como ese animal que es mejor
no nombrar.
Quién piensa en el amor si nos venden las guerras entre banderas entre sexos entre colores quién piensa en el abrazo tembloroso ...