Detrás de él venían los
versos
tratando de abrirse paso sin
ser vistos
y de tanto esconderse les
crecían las raíces
se deslizaban dentro de él,
desplazándose
como ese animal que es mejor
no nombrar.
Los planetas desconocidos, la gente rara que somos. La magia de lo que está siempre al otro lado, de la ventana, de los sueños, de ahora. El...