En las zapatillas del caminante
en la cubierta de los libros que ya no se leen
sobre tantas historias olvidadas
en el fondo de la maleta abandonada
en los zócalos de las ventanas
venenoso o inocuo
cayendo de los árboles en primavera
en el ruido lacerante de la perforadora
crujiendo con la música del otoño
aspirado con intención y sin ella
en los huecos que vamos dejando
en las cenizas que se esparcen entre lágrimas
en la danza del rayo de luz matinal
polvo
que nos transforma en los que somos