Es la hora en que comienza
el solemne vigilar de las
gaviotas
después de la frescura del
último vuelo
dentro de mí
es la hora en que se
agita la otra
la que aún ruge
a las figuras con que
inventa tu recuerdo
la que se retuerce envenenada
por beber tu silencio gota a gota
asimismo es la hora
en que el jaguar se despierta
en que el jaguar se despierta
y lame entre mis piernas
las huellas de tu sombra.
las huellas de tu sombra.
Hay versos magistrales, de esos que apetece robar y lo impide la conciencia.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, querido Francisco!!
ResponderEliminarUn abrazo!
Una fuerza habita tus palabras escritas en la oscuridad de la noche
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