Aunque no
queráis saberlo,
el show ya ha
sido descubierto.
No hay
muelle,
no hay
salidas bloqueadas,
ni monstruos
bajo el agua,
todo es un
montaje.
Ahora es el
señor de la oscuridad,
un tío rico y
xenófobo,
siempre hay
algo.
Una voluptuosa
sarta de mentiras
para someter
al pobre animal que nos habita,
para asediar
nuestros despertares.
Todo ha sido impregnado
con el
pegajoso barniz de la falsedad.
No existe
oasis
donde no nos
encuentren,
se meten
entre las piedras candentes del desierto,
no se impone
una veda al intrusismo.
Aunque prefieran
no enterarse
no hay nada
que temer,
los enemigos son viejos conocidos,
el montaje
interior,
la fiera
herida,
el vago olor
de la incoherencia.
Los universos
que se van desvelando
son inmunes a la sinceridad.
De la falsedad, pasando por la incoherencia, hasta el universo inmuve; toda una trayectoria digna de política de altos vuelos.
ResponderEliminarja ja!! de altos y de bajos.. abrazo!
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