La tormenta ha matado a un pequeño jabalí, ahí yace como dormido, a un lado del camino
Aunque a veces percibo que me he salido, el reloj de la
torre no deja que me escape del tiempo
A su vez, el tiempo va escapándose cada vez más de prisa,
cada vez más lejos
La mayoría cree en la historia oficial, en las mentiras
más burdas
Me cuesta concentrarme en medio de la furia
Somos el producto de un estúpido momento en que dos seres
no menos estúpidos cometieron una inconsciencia supina, creyéndose dignos de
multiplicarse, muchos nos habrán concebido borrachos, otros drogados, otros sin
querer, porque el preservativo se rompió. Ah, nuestros orígenes
Y nos creemos importantes.
Solo nos llegan noticias del alumbramiento, jamás del momento de la concepción ni cuánto amor o azar hubo en ello. Luego, imaginamos e idealizamos al igual que elegimos cierta camisa o tan elegante blusa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues, sí...
ResponderEliminarUn abrazo, compañero!!!