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18 dic 2020
entrenando
La humanidad ha estado dos minutos en este planeta, a eso se reducen en el tiempo cósmico los millones de años que llevamos en él. Sin embargo, las esperas son siempre largas y están hambrientas. Los ruidos de la espera son oscuros y no se escuchan con los oídos sino con las vísceras. Transformamos al olvido en una ilusoria lluvia dorada, el dorado encandila y nos distrae de la incertidumbre. Mientras, los ritos ayudan a canalizar el miedo. Todos estamos en tránsito y esperamos lo mismo.
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Y nos impacientamos demasiado. Muy de acuerdo con lo que dices.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo, amigo Francisco!!
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