En el ensueño viajo con frecuencia
a un sitio extraño, al que
llego
después de atravesar un
letal resplandor
impregnado con los vapores del
anhelo
entro en la guarida de los
instintos
me hundo en un confuso océano de salados muslos
pero al fin lo atravieso
vuelvo a crearme y me amamanto
descubro que huir es lo
único legítimo
La vigilia es lo otro
es congelarse en una espera
sin fin.
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