No, no es muy cómodo toparse cada mañana con la vida en bruto. Si hemos tenido
la fortuna de dormir relajados, por ahí al despertar ni recordamos quienes
somos. Tal vez no recordamos porque no lo sabemos, por ahí es el único instante
de lucidez del día, el de reconocer que ignoramos rotundamente quiénes somos y
para qué estamos aquí. No dura mucho, enseguida empezamos a embadurnarnos con
actividades reales, repletas de sentido.
Si
amanecemos al lado de alguien que nos sopla un personaje, quizás ni reparemos
en nuestra ignorancia.
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Mil veces me he preguntado: ¿Por qué no tengo preparados mi lápiz y una hoja para atrapar esas mariposas de clarividencia?
ResponderEliminarLuego todo se diluye entre los pasos torpes de la rutina.
Me gustan tus escritos, así cortitos, pero llenos de saber.
Un abrazo
Gracias preciosa!! A tener lápiz y papel cerquita.
ResponderEliminarAbrazo!!