Mi piel se alimenta de sus
manos
de su presencia líquida
de su boca tan suave
puedo ver el deseo quemándole los
ojos
un mundo de moléculas se
encienden
y juegan a acompasarse
un diálogo lento y poderoso
hasta que todas se lanzan
hacia la pequeña muerte
en una danza honda
Y volvemos a ser extraños
Solo son momentos... Donde se alcanza la comunión de las entrañas y después... La nada.
ResponderEliminarBello.
Mil besitos.
Gracias!!
ResponderEliminarAbrazo!
Es el instante en el que dos son uno, después de esa comunión se regresa.
ResponderEliminarBonitos versos.
Gracias, Agapxis!!!!
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