Estamos viviendo la maldición de la Tierra, la maldición de los señores del Tiempo y tendremos que mudarnos a las estrellas. Hasta ahora los dogmas primaron sobre esta humanidad hasta hacerla desalmada. Por donde pasa Plutón devasta, lo que tenga que destruirse se destruirá sin miramientos, sin emoción.
A veces, algo parece conmover a las masas, hasta que esas emociones van diluyéndose y todo vuelve a ser, mirar hacia otro sitio y encerrarse en la neurosis íntima.
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