Quizás es una suerte
que nunca atravesemos la
dimensión del ahora
siempre es hoy lo que gotea
en la cabeza
la mente, dondequiera que
esté
es permeable como el
espacio
Hay que entregarlo todo
a la aguda inteligencia del
instinto.
El zumbido del insomnio, se mezcla con el bisbiseo apenas audible de la madrugada la noche se expande en movimientos concéntricos ...
siempre, el instinto y tú.
ResponderEliminarPues sí, David querido. Gracias por venir. Abrazo!
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