De tanto en tanto vuelvo a Djavan, un
viejo amor musical
Al escucharlo, todo comienza a ondular a
mi alrededor, la materia comienza a licuarse, yo misma acabo siendo una ínfima
charca que se evapora en la cadencia de su voz.
Desaparecer, volverse líquido, (vendrá
de ahí la palabra liquidarse?) Que nadie jamás pueda encontrarnos. Una tácita
venganza encierra el que nadie pueda acceder a ninguna información sobre uno.
Ya no estar para nada ni nadie, no responder llamadas ni correo, ni WhatsApp,
ni mucho menos al anacrónico hecho de que alguien se deje caer por casa. No
dejar rastro
Volvernos microscópicos, del tamaño del
renacuajo flotante que fuimos antes de ganarle la batalla a los otros y comenzar la metamorfosis intrauterina.