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31 dic 2021

Apagaron la luz

Habrá habido un tiempo donde fuimos libres?

los mensajes son de gente que no importa

la espera del milagro que no sucede jamás

porque de eso se tratan los milagros

hay lugares a los que nunca llegamos a tiempo

a veces muy pronto

a veces demasiado tarde

hasta el día en que sabemos que ese día nunca llegará

y una se encuentra otra vez sintiéndose gilipollas

la cama para dos al final se comparte 

con el arquetipo más temido

ni bueno ni malo

es lo que hay.


25 dic 2021

sudestada

Temporal y eterno, una buena paradoja

colecciono frascos repletos de silencio

también colecciono desamparos rotundos

hay palabras incrustadas en la penumbra

y no tengo una herramienta liberadora

sólo poseo el talismán de la escritura

que no siempre es funcional.

12 nov 2021

posibilidad

Fractales de mercurio congelados

vicios ineludibles

puntos de crueldad y de pasión

experimentos inconclusos

No somos más que eso.

1 nov 2021

certeza

Sé que las noches del verano son azules

que la pasión es torrencial o no es

que el mundo lleva demasiado tiempo no siendo

que el amor nunca es silencioso

que en mi interior hay una boca     

con una sed eterna

que hay estrellas que brillan bajo la lluvia.

 

26 oct 2021

soy

 

La fuerza que he perdido

las ganas que me han ido abandonando

la confusión y el cansancio

los sueños aplazados

las risas que se escapan

la fuerza y la indolencia

los besos rechazados

la palabra filosa

la ilusión y la desidia

Soy los sueños de octubre

la angustia de una noche en blanco

los gritos contenidos

la furia y el amor

la poción y el antídoto

las esperas absurdas

la frescura diluida en el tiempo

la incertidumbre y la brújula.

26 sept 2021

darkness

El infierno es un recuerdo culposo

un destello de luz radiante

en medio de la miseria

un manto de bruma que cubre la noche

un sol que en vez de calentar, mata

Dicen que hemos venido al mundo

a buscar el amor a cualquier precio

¿será el infierno el precio? 


25 sept 2021

onírica

Siempre me pierdo en las calles de los sueños

son callejones conocidos pero ajenos

que invitan a las almas a asomarse

al filo del acantilado

veo a un viajero que duda

huelo la réplica de los aromas felices

cualquier cosa vale menos el tedio

cualquier cosa que ayude a encontrar la palabra

que tal vez se ha extraviado para siempre

seguro hay una puerta que una no ha abierto

y un modo de parar el tiempo

1 sept 2021

identidad

No importa lo que él es

yo no lo sé y él tampoco lo sabrá

pero es quien está más cerca del amor

lo que importa es que con él

puedo mecerme en la plenitud del vacío

y aunque no llueva

escucho la lluvia sobre el metal del patio.

15 ago 2021

percepciones

 

Las farmacias son tan asépticas como  impersonales, tal vez es un intento de ocultar todo indicio de enfermedad, que parece no estar allí, aquello que se oculta en algún rincón de las estanterías, sin llegar a alterar la sonrisa aséptica de la farmacéutica. Es lo que no se nombra para no mancillar el entorno apacible y blanco de la botica. Los dependientes de las farmacias suelen ser eficientes e impolutos, aparentando estar más allá de lo enfermo y desagradable. La enfermedad desnuda, con todas sus miserias allí no existe.

3 jul 2021

no lugar

Un entramado de parques pensativos

una colección de momentos desiertos 

instantes de mareo

evanescentes y tórridos

flanqueando el sendero

de las soledades majestuosas

ese que escogen quienes han cruzado  

la frontera del desencanto.


12 jun 2021

26 may 2021

samurai

De tanto en tanto vuelvo a Djavan, un viejo amor musical

Al escucharlo, todo comienza a ondular a mi alrededor, la materia comienza a licuarse, yo misma acabo siendo una ínfima charca que se evapora en la cadencia de su voz.

Desaparecer, volverse líquido, (vendrá de ahí la palabra liquidarse?) Que nadie jamás pueda encontrarnos. Una tácita venganza encierra el que nadie pueda acceder a ninguna información sobre uno. Ya no estar para nada ni nadie, no responder llamadas ni correo, ni WhatsApp, ni mucho menos al anacrónico hecho de que alguien se deje caer por casa. No dejar rastro

Volvernos microscópicos, del tamaño del renacuajo flotante que fuimos antes de ganarle la batalla a los otros y comenzar la metamorfosis intrauterina.

 

 




18 abr 2021

ocultos

La cara, un lugar de nuestra geografía que siempre se muestra desnudo, ya no. Un mapa de nuestras emociones, cansancio en los párpados, alegría en las mejillas, preocupación en la frente, enfado en el entrecejo, sensualidad en los labios.

El deseo, la pasión, la blandura y la dureza, se leen en los labios, pero ahora ya no hay labios a la vista.

 

27 mar 2021

perfiles

Cuestiono las tendencias que se han impuesto a la masa, que aún sigue creyendo que elige, aunque a nadie le interese mi punto de vista, encuentro inconsistentes a las relaciones a través de Internet. No veo el sentido a que la gente entable un vínculo virtual que muchas veces se prolonga en el tiempo porque uno y otro se encuentran a cientos o miles de kilómetros de distancia, sin siquiera haberse mirado de verdad. Me parece descabellado eso de enrollarte con alguien que no sabes cómo huele, cómo miran sus ojos, si son brillantes u opacos, si hay gracia en su forma de andar, si hay poesía en sus gestos, si irradian calor sus manos al tocarlas.

¿Y dónde quedan los encuentros fortuitos? Eso de salir a la calle y que la circunstancia más absurda te enfrente con un rostro desconocido que te provoca entre otras cosas un extraño hormigueo en el plexo.

Así es como los sentidos se van adormeciendo hasta el día no tan lejano, en el que dará igual que el objeto del deseo sea humano o robot.

Lo que sea les vale para saciar la insatisfacción perpetua que implica no contactar con uno mismo.

La eterna búsqueda de un tesoro que jamás se encontrará.

7 mar 2021

migraña 2

Hoy no ando con ganas de escuchar al alma

ni decorar el pasado

ni remendar el presente

ni entrelazarme en nada con la vida

hoy sólo puedo taparme lo ojos

y aspirar el silencio entre las sábanas.

26 feb 2021

global

La casa se desmorona, aunque nada parezca haber cambiado en la insatisfacción cotidiana. Los grandes también caen y la mega crisis que muchos vienen anunciando hace tiempo, ya está aquí. Un nuevo mundo gestándose con lentitud, hasta que vea la luz, estaremos instalados en el final de los tiempos.

10 feb 2021

letras

Toda la vida les he adjudicado características personales a las letras, por ejemplo a la F siempre me ha costado encontrarla en el teclado,  será porque tiene para mí un carácter indeseable, la veo solemne, desagradable y aburrida, a pesar de ser la letra de la felicidad y de las fresas (aunque también de fiasco y fracaso), en cambio la J es toda ella juego, joda, jolgorio. La letra A siempre ha sido alma, amorosa, abundante, alimenticia, amiga en toda regla. La S sinuosa, saludable, solitaria, soltera y soleada. La V es una letra práctica, de verdad y de verde, de vida y de viajes. La E es fluctuante (otra odiosa palabra con F) a veces se encamina hacia la eterna placidez de los ensueños y a veces se encabrita como las embarcaciones. La B de bueno, barco, barquero, besos,  boca, bostezo y brisa.  La O de ojos, oscuro, olvido, oculto, olas y ondas. La P de poesía, pasión, poder, placer y paz. La H es hermana y con ella no ha habido demasiadas experiencias buenas, pero también la h es hoy y hoy es nuestra posesión más valiosa, al final. Hoy es siempre, cuando estoy escribiendo esto y cuando tú lo leas, seguirá siendo hoy.

 

 

 

6 feb 2021

estructura

 

Lo tenía todo bajo control, porque esa era su forma de vida, todo planeado, ejecutado y controlado con método. Con la misma meticulosidad de siempre, un día se suicidó, no quería que algo importante escapara de sus manos.

 

26 ene 2021

otra historia

 Me llamo Aurora, soy la señorita Aurora Malins, dijo dándonos la espalda y apuntando en la pizarra su nombre con letras grandes y redondeadas. Al principio todas la tomamos a risa por su extravagancia, la sombra de ojos verde chillón o turquesa, los colores de su pelo, el rojo estridente de los labios. Ni siquiera las empollonas atendían en su clase, justamente estas con sus ideas preconcebidas menos que nadie. Pero a medida que la profesora iba hablando, el aula se transformaba en escenario y podíamos ver desfilar guerreros, reyes y princesas, olíamos la sangre en los campos de batalla, percibíamos el ácido aroma de la traición y la fragancia de azahares y gardenias en los jardines palaciegos.

Cuando alguna de nosotras  que no había estudiado para la clase, intentaba distraerla hablándole de un tema de actualidad para lograr que se olvide de las lecciones pendientes, ella le seguía la corriente durante un rato, pero sea cual fuera el tema, volvía a enlazarlo con la historia, porque esa era su pasión, la historia de las vidas humanas. Nadie como ella describía el fuego de Juana por Felipe, ni de Napoleón por Josefina. Impregnaba las clases de magia y erotismo, cosa para nada habitual en la plantilla de profesores, que en la década del setenta, no destacaban por su desenfado. Hasta la alumna más apática, caía seducida por sus artes de narradora. Con mis trece años, podía adivinar en ella una mujer feliz, mi admiración iba creciendo a medida que la conocía, auténtica y satisfecha consigo misma, siempre rozagante y coqueta dentro de sus estrafalarios maquillajes y atuendos. Tenía una forma de pararse, caminar y hablarnos que nos incitaba a desafiar al mundo y eso molaba. Y sobre todo, estaba orgullosa de ser soltera.

A medida que avanzaba el tiempo, las clases  aumentaban las dosis de pasiones desenfrenadas y amoríos fogosos ya que la historia estaba plagada de ellos. A la señorita Malins la disfrutamos en la asignatura durante todo el ciclo del instituto.

Habían pasado tres años al abrigo de sus clases, cuando una tarde sucedió algo que me dejó perpleja. Mi madre me había enviado a acompañar a la prima Lily que venía desde el campo a  conocer la ciudad y entre muchas otras horteradas, le apetecía ir a tomar el té a la confitería Richmond. Después de andar horas parándonos ante los escaparates más espantosos del centro sin comprar nada, llegamos a nuestro destino, famélicas.  Vi a la señorita Malins nomás sentarnos, sonreía  frente a un señor muy guapo que parecía bastante más joven que ella, que estaba radiante y lo miraba con sensualidad, se habían sentado en una mesita para dos contra una columna. Yo había tenido suficiente prima por ese día, la dejé sumergirse en la carta de pasteles e infusiones y me concentré en la profesora,  intentando adivinar de qué hablaba, el acompañante la escuchaba con una sonrisa de melancolía. Cuando ella acabó, él le cogió las manos y comenzó a hablar también, la falta de expresión del hombre contrastaba con la grandilocuencia de ella que a medida que lo escuchaba, la sonrisa se iba borrando de su cara hasta transformarse en una expresión de vacío. Cuando él  terminó, los dos siguieron callados, de los ojos inmensos de Aurora, incrustados en la boca del hombre, comenzaron a aflorar lágrimas silenciosas. No había ruidos, ni discusiones en voz alta, sin embargo el histrionismo de la situación absorbió la atención de todos los que disfrutaban de una tarde a la inglesa. La profesora tenía el rostro descompuesto por el dolor, las lágrimas fluían sin pausa, al principio intentó enjugar alguna, luego su inercia dejaba que cayeran dentro de la taza, sobre el platillo, coloreando el mantel y las masas con tonos carmines y verdes, la gente se giraba para mirarlos, algunos con descaro, otros con disimulo y en muchos de ellos noté auténtica angustia, la misma que yo sentía al verla, tan vulnerable y menguante. El desengaño flotaba en la confitería y hasta los camareros parecían llorosos. En medio de la conmoción, el amante mirándola con tristeza, se levantó como para marcharse, pero ella se arrojó a sus pies y en una especie de dolorosa pirueta que duró unas milésimas de segundo, se abrazó a sus rodillas para impedir que se marchara. Yo no pude más y salí a la calle, corrí, di cientos de vueltas, preguntándome aturdida cómo esa mujer estoica a quien tanto admiraba, había perdido su dignidad de esa manera ¿por qué, en lugar de humillarse, no le había arrojado el té a la cara, dejándolo húmedo y candente?  A la vez la comprendía, había visto el amor reflejado en su cuerpo y pude sentir en mi piel su desgarro, además, conociendo a la señorita Malins, entendí que ella sólo podía amar así como se maquillaba, locamente. Sin darme cuenta en medio de esa confusión emocional, llegué corriendo a casa, donde tuve que aguantar los gritos de mi madre por haberme olvidado a Lily en la casa de té, que sollozando llamó desde una cabina para que alguien fuera a recogerla porque no sabía cómo regresar.

Ya sé que al volver al instituto, sabiendo lo que sabía, estaba yo dispuesta a buscar donde no hubiera, pero en realidad, desde aquel oscuro sábado, la boca de Aurora adquirió un rictus de locura, sus labios ya no tenían carmín y en su mirada había  un brillo de patetismo. La historia a partir de entonces, se tiñó aún más, de tragedia y amargura. 

17 ene 2021

danza desesperada

La música, el humo y el alma rota.

Ojos que se niegan a mirar para no morir, de deseo, de intensidad, de desesperación. Hay emociones bestiales que superan cualquier medida.

6 ene 2021

los ojos de la noche

La alarma sonó a las 6 am para recordarme que me apunté a un encuentro literario on line. El sueño me pedía seguir, me levanté para ir al baño, decidida a volver a la cama  A través de la ventana se veían unos destellos de luz, cuando me asomé vi caer un fragmento de estrella, luego otro y otro más. Las cuadrántidas, lo había olvidado. Un trozo luminoso cayó frente a la casa, al apagarse quedó una especie de ovillo muy blanco sobre la hierba.

Al salir, el aire me golpeó la garganta y me empezaron a picar las manos, el frío me produce alergia. No llegaba a definir qué era, sólo una bolita de pelo que parecía viva, me causó impresión, no quise tocarla y me volví para entrar, entonces se deslizó y comenzó a rodar detrás de mí hasta la puerta y entró a la casa detrás de mí. Fue rodando y se instaló en un rincón de la sala.

Han pasado tres días, aún está aquí y aunque inmóvil, sé que está con vida. Sigo sin atreverme a tocarla.

atavismo

Quién piensa en el amor si nos venden las guerras entre banderas entre sexos entre colores quién piensa en el abrazo tembloroso ...