Siempre me pierdo en las calles de los sueños
son callejones
conocidos pero ajenos
que invitan a las almas a asomarse
al filo del
acantilado
veo a un
viajero que duda
huelo la
réplica de los aromas felices
cualquier cosa vale
menos el tedio
cualquier cosa
que ayude a encontrar la palabra
que tal vez se
ha extraviado para siempre
seguro hay una
puerta que una no ha abierto
y un modo de
parar el tiempo
En las callejas del sueño se ensanchan o se ciegan los caminos, otras florecen y se viste de fiesta lo que en verdad es ordinario. Así son los sueños, un medio de fantasear durante el descanso de una vida bien común. Muy bonito texto, Cuentera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Francisco Espada!!! Abrazo!
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