Feliz insomnio, amores de mi vida
aunque he viajado al país del desapego
estaré visitando vuestras
camas
con sonrisas quebradas
me recordarán varios
alguna lágrima sorprenderá a algún otro
habrá a quien le asalte
un ahogo ante mi
ausencia
que le dolerá aún a su pesar
a alguien
le ofenderá el abandono repentino
y estará, también
la temida indiferencia
de aquel que ronca
ajeno a su propia existencia.