Dispersos han sido todos los
días de un año difuso, que empezó con un híbrido invierno al que siguió una primavera irresuelta, atrapada por un
verano que fue deshilachándose antes de
que el sol lograra imponerse, para insertarnos en la espesura de un otoño que ha quedado impreso
hasta en las últimas horas del 2013. Lo único real ha sido la untuosidad
plateada del mar bajo las lunas y la intermitencia del faro que se enciende para
nadie.
Translate
30 dic 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
desconcierto
Tengo los pies pequeños, los brazos fuertes, una mente lúcida y me siento inútil ante tanta demencia. Si usáramos la creatividad para revert...
-
Hace mucho que no paro por aquí. El tiempo… ese que algunas veces nos lleva de la mano y otras nos empuja o nos aplasta. Hablando de aplas...
-
Ciertas tendencias afirman que una molécula de nuestro ser quedará viva después de que nos hayamos extinguido y tal vez existirá hasta el ...
-
La sangre de los niños riega el mundo la buena gente mira hacia otro lado no quieren verlo les molesta prefieren no pensar en eso ...
Mientras haya un faro encendido, algún barco solitario podrá llegar a buen puerto.
ResponderEliminarFeliz año nuevo.
Claro que sí!
ResponderEliminarFeliz año, Rafael
Un abrazo!