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27 dic 2012
mientras mis amigos duermen
13 dic 2012
12/12/12
11 dic 2012
migraña
Tu imagen única y luminosa bloqueando la entrada y la salida
de ese turbio laberinto que es mi mente.
4 dic 2012
mi amigo el soco
28 nov 2012
elementos
los implacables chorros del deseo
las dagas certeras hiriendo mi costado vulnerable
mis asequibles temblorosas grietas
hasta que llueve el barro del olvido
pues de eso también estamos hechos
y empantanada estoy bajo tu cuerpo
muriéndome de frío.
18 nov 2012
excursión
16 nov 2012
in cestus
15 nov 2012
poder de síntesis
13 nov 2012
llegan
9 nov 2012
fetichista
6 nov 2012
entonces
2 nov 2012
me acuerdo
30 oct 2012
vocalizando
29 oct 2012
28 oct 2012
27 oct 2012
24 oct 2012
paseo por los infiernos
14 oct 2012
zombis
dispersos en la almohada
caprichos de la mente
que regurgita olvidos
ilusa
me creí que hacía siglos
que estaban todos muertos.
6 oct 2012
perdida
como la periferia de sus ojos
que contenían las aguas furiosas de los abismos
desde sus labios entreabiertos
colgaban uno a uno
los deseos de todos los humanos
su piel encubría las bestias más feroces
maceraba dolores y abstracciones
Pero vuelvo a su boca
adonde me arrojé pidiendo
que nada jamás pudiera regresarme
y que acabó escupiéndome.
30 sept 2012
25 sept 2012
perdón por el silencio
19 ago 2012
exo
palpando el sentido de la aventura
lamiendo el frescor de las hojas al alba
inmersa en aromas de reinos eróticos
sombras voluptuosas se proyectan en una pared
ritmo de embates y vaivenes
pequeños actos de lujuria
envuelto en seda.
8 ago 2012
historieta de Consu
6 jun 2012
22 may 2012
convite
dejando que las manos se burlen de la muerte
que los oídos bailen
al murmullo de agujas anacrónicas
y se rían los ojos del sol que se ha escapado.
6 may 2012
borges
como el rígido ayer. No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
es la senda futura y recorrida
el rigor ha tejido la madeja
No te arredres. La ergástula es oscura
la firme trama es de incesante hierro
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura
El camino es fatal como la flecha
pero en las grietas está Dios, que acecha.
(Para una versión del I Ching; Jorge Luis Borges)
28 abr 2012
azahares
te dibujo en el agua
los naranjos destilan esencias de Afrodita
convoco tu mirada de neblina
tu risa que no llega al estallido
los gemidos que me cuentan una fábula
sobre ti me dibujo.
20 abr 2012
te saco la lengua
La palabra canje siempre me ha sonado horrible. Sin embargo me encantaba verla escrita en las librerías de viejo, será que no me gusta porque me daban una por cada dos, siempre me tocaba llevar una muy ajada a cambio de las mías que entregaba nuevas, leídas y releídas en el lapso de una hora antes de correr a cambiarlas.
Sí me gusta mucho la palabra oportunidad, que acabo de enterarme tiene un origen náutico. Deriva del latín: opportunitas y aludía a la situación de las naves al entrar a un puerto.
10 abr 2012
saxo
7 abr 2012
obsenidad
7 mar 2012
6 mar 2012
recordando a
29 feb 2012
desierto
a tormentas de arena
a murmullos saharianos
a alguna rosa exótica
a mistral y a siroco
al frío de Siberia
a Atacama que embiste
a animales sedientos
a arenas germinales
a espejismos de vida
y a Sonora
que en el sonar redunda
y suena a todos los silencios.
26 feb 2012
inspiración
20 feb 2012
sorpresa
18 feb 2012
neruda
tal vez, tal vez, pero a la luz camino
soy el hombre del pan y del pescado
y no me encontrarán entre los libros
sino con las mujeres y los hombres
ellos me han enseñado el infinito.
(Así es mi vida, Pablo Neruda)
17 feb 2012
gourmet
Hay algo en la consistencia caldosa que no acaba de gustarle, sin embargo el sabor está bien. La deja en reposo y se acerca a la ventana, la huerta brilla bajo la lluvia. Sale a cortar unas hojas de albahaca para la ensalada arrastrando consigo el calor fragante de la salsa.
Mientras lava las hojas se acuerda de Laura, de su pasión por las hierbas aromáticas. En sus días claros podía pasar tardes enteras con las manos embarradas, rodeada de plantines, oliendo a romero y salvia, quitando y poniendo de la jardinera a la tierra. Él entonces la miraba, desde esta misma cocina donde preparaba sus platos favoritos y buscaba mil formas de complacerla a través de la comida. Ella sonreía y se iba animando mientras ponía la mesa, cerraba los ojos y no los abría hasta que él hubiera dejado el plato listo frente a ella. De algún modo se amaron en el confuso tiempo compartido.
Él se fue dejando llevar, como aquella primera vez en la despensa cuando en los fogones se cocían las frutas con el azúcar y la piel caliente de aquella pastelera lo atrapó contagiándole su urgencia. Laura apareció de la nada una noche en que él preparaba empanadillas y se fue quedando. La primera vez había comido demasiado y arreciaba la tormenta, las noches siguientes fueron apareciendo otras historias que, al mejor estilo Sheherezade no permitían que él la quitara de su vida.
Cesare había nacido en Roma de forma circunstancial, su padre, un jerarca del gobierno militar, había sido enviado desde tierra sudamericana en misión especial por un año. Creció en una familia de la alta burguesía en un período en que el país despertaba con inquietud furiosa a las diferencias sociales. Era muy pequeño cuando decidió que el mundo no era un lugar soportable, comenzó a hamacarse durante horas, se encerró con su abuela y Alfonsa, la cocinera, en los braseros de la mansión familiar y aprendió la alquimia de los alimentos. Ese niño autista se convirtió con los años en chef y anfitrión de lujo, entregó su vida al arte culinario y a los amigos.
Los meses con Laura tuvieron un ritmo sincopado hasta que el silencio de ella se impuso como un alarido. Su casa fue tomada por Laura y su mutismo. Laura y la oscuridad. Un día no recogió los platos después de la cena, al siguiente no salió de casa, al tercero dejó de comer. Él conocía las voces del silencio, las recibió con indiferencia, continuó con la rutina de menús sabrosos, amigos a cenar, charlas frívolas. Ella se instaló en la sombra y él intentó atar cabos en la gruesa neblina que era el pasado de Laura, especuló con una infancia miserable, una enfermedad congénita; cargó con su locura hasta que no pudo seguir haciéndolo. Buscó entre los pocos conocidos comunes a alguien que pudiera darle datos, hasta conseguir el número telefónico de los padres allá en la otra orilla; no les dio opciones, les dijo lo que había, fue a la bohardilla donde ella había vivido antes de conocerle, amontonó lo que encontró en una maleta y la embarcó después de un cuerpo a cuerpo salvaje en el cual ella se cogía de los marcos de las puertas que iban atravesando, negándose a partir. Respiró aliviado al salir del aeropuerto, abandonaba un laberinto en el que se había perdido sin haber tenido nunca la intención de explorar. Fue algo difícil y continuó siéndolo con la noticia del suicidio de Laura. No llegó a sentirse mezquino, comenzó a cargar con su ausencia. El sitio vacío en el rincón de la sala estaba ahora más lleno que entonces, Laura pintando con huevo las empanadillas, rallando queso para la pasta, haciendo ramilletes con las flores robadas en los jardines vecinos.
Ha parado de llover. Definitivamente algo le falta a la salsa. Arroja a la basura el contenido de la olla y comienza a picar cebollas.
9 feb 2012
el joven Spinetta (retales)
8 feb 2012
gaia
7 feb 2012
pija en bancarrota
6 feb 2012
llena
donde la luna transforma los escombros en gemas
para jugar tras la muralla
a todo lo posible
quiero tu olor impreso en mis declives.
5 feb 2012
de memoria
"El pasado nunca se repite, pero no hay duda de que rima con el presente." (Mark Twain)
4 feb 2012
31 ene 2012
tanto de todo
deambulado por tantas sórdidas estaciones
me he estrellado contra tantas sonrisas
que ya no cuento las magulladuras
en mis manos de gloria y de vergüenza
ni en mis pies enlodados por millares de atajos
A veces huele a sangre entre las flores
de tantos asesinos ventilados
la vida se desliza entre neuralgias
Y antes de morir
ya estoy ausente.
30 ene 2012
tarde
consiste en saltarse las reglas
que al final dejamos que nos roben las palabras
después se van las risas
y luego la poesía se va
flotando en el agua de los sueños.
29 ene 2012
una novela
28 ene 2012
con sabor a lunes
No encuentro la tijera ni la llave de la moto. No es martes, día de las brujas, cuando los barruguets suelen esconder las cosas, ni jueves, día de la magia. Entonces ¿quién andará por ahí haciendo desaparecer los días?
27 ene 2012
la fuertes
más manos en las manos que te dieron
al final escogemos un lugar peligroso
un pretil, una vía
la punta de un puñal donde pasar la noche."
( G. Fuertes: Obras incompletas )
sutterella
Para quién le interese el tema, hay un buen blog: curiosidades de la microbiología, donde se puede leer sobre el género.
24 ene 2012
absorta
10 ene 2012
ninfa (narrando la pobreza)
Había nacido en un caserío perdido en una provincia entre dos ríos y se había casado mayor para su época, a los veinticinco, y aún así tuvo tiempo de parir siete hijos. Como era mi abuela, la he conocido vieja, en esa época los abuelos no se veían jóvenes. Una criolla tan altanera como desvalida, con las manos crispadas, vestida siempre con un batón floreado que se abrochaba por delante con una hilera de botones cuadrados que iba desde el escote al ruedo. Cada vez que me tocaba ir en bus hasta el pueblo vecino, la aventura de hacerlo sola se marchitaba al pasar frente a su casa durante el recorrido y vislumbrar el techo de chapa medio oculto detrás del paraíso, el rancho me producía una mezcla de pavor y tristeza. Mi rechazo a su pobreza me llenaba de prejuicios contra ella. No tenía electricidad y su única diversión eran la radio y el vino. Venía a casa a veces en domingo y se quedaba a dormir porque por la tele daban Titanes en el ring y acababa tarde. Algún sábado cuando mi padre no andaba de humor para aguantarnos, mi madre nos llevaba a verla, íbamos con provisiones y pasábamos el día con ella. A mí no me gustaba ir, era una casa muy lúgubre. Al entrar me penetraba el olor de la miseria, al humo del brasero, la plancha a carbón, la mesa estaba forrada con un tapete de hule lleno de roturas y carpetones de plástico imitando encaje sobre las estanterías. Recuerdo las siestas hundidas en el sopor del verano, y las bolitas de paraíso colándose por la puerta siempre abierta del rancho pasando a formar parte del suelo apisonado. Una sola ventana en la salita que hacía de comedor y cocina y detrás de una cortina de tela, la pieza de la abuela, un cuarto oscuro con una cama de hierro y la foto del abuelo, muerto hacía décadas. Lo único que amenizaba esas visitas era la merienda de pan con miel que nos ofrecía Ninfa, un dulce poderoso que me rascaba la garganta. Cuando por fin nos marchábamos nos decía adiós moviendo la cabeza con la ternura bien disimulada. Yo no me daba la vuelta, caminaba con la vista fija en el suelo intentando sin éxito sacudirme la jornada de Ninfa y miseria. Tengo intacta su figura solemne, recortada al caer la tarde en medio del sendero de tierra, la vista clavada hacia donde nos alejábamos y los pies agarrados al suelo, fundiéndose en el camino bajo el peso de las piernas, la silueta desdibujándose hacia arriba mientras la mente se le escapa hacia otros días y otras horas, más jóvenes. Intacta, como la pena que se me metió en el alma el día en que mis piadosos abuelos paternos me enviaron a hacerle una visita sorpresa. Entonces tendría yo doce años y con mis padres y hermanas nos habíamos mudado a la capital, pero a mí me hacían pasar los veranos en el pueblo con los viejos mientras los demás trabajaban. Al entrar al rancho encontré a la abuela en la sordidez de su intimidad, sentada y dormida, con la cabeza sobre los brazos cruzados apoyados sobre la mesa y dos botellas de vino vacías a su lado. Creí que podía estar muerta, por un momento pensé salir despacio, tal como había entrado y una vez fuera echar a correr, en lugar de eso dije “abuela” y ella levantó con esfuerzo la cabeza y mientras que su memoria emergía de la maraña de sueño y alcohol, me preguntó tú quién eres, “soy Paula, la hija de Blanca”, después de unos segundos de perplejidad en que las dos nos miramos sin reconocernos, estiró los brazos con torpeza, me pegó a su cuerpo que intentaba enderezarse y estalló en un llanto desgarrador. Recuerdo el contacto de su piel húmeda y arrugada sobre mi cara y sus manos incrustándose en mis huesos, me desembaracé con violencia de ese abrazo desesperado y entonces sí eché a correr, corrí por las calles del pueblo hasta que cayó la noche y regresé a la casa de los abuelos con una mentira flaca tragándome la vergüenza y el secreto. Un secreto que tal vez ella nunca creyó que guardara o tal vez ni lo recordaba debido a la amnesia que deja la borrachera. Con la fuerza que otorga la angustia, enterré ese episodio y grabé para siempre en mi memoria a la abuela erguida en medio del sendero. No había pasado mucho tiempo de aquello cuando la sacaron del rancho inconsciente y una ambulancia la llevó al hospital donde pasaría sus últimos días sumida en un entrevero de ensoñaciones, deseos, recuerdos. Cada sábado acompañaba a mi madre y me pasaba largos ratos a su lado intentando adivinar por dónde viajaba su mente mientras el cuerpo se mecía en las olas de la muerte, cómo esa anciana, que alguna vez había sido joven y tal vez guapa, decía adiós a un mundo que le había negado casi todo. En mi hermetismo la compadecía y la admiraba por su entereza, jamás la había escuchado quejarse y salvo ese instante fatal en que nos hermanamos en nuestros miedos, nunca la vi llorar.
No, no me remite a una Dafne aterrada convertida en cerezo, ni a doncellas cantarinas de pieles impolutas, Ninfa simboliza para mí el estoicismo y la garra.
4 ene 2012
año nuevo
Por suerte, la vida.
Quizás es una suerte que nunca atravesemos la dimensión del ahora siempre es hoy lo que gotea en la cabeza la mente, dondequiera que e...
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Ciertas tendencias afirman que una molécula de nuestro ser quedará viva después de que nos hayamos extinguido y tal vez existirá hasta el ...
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Hace mucho que no paro por aquí. El tiempo… ese que algunas veces nos lleva de la mano y otras nos empuja o nos aplasta. Hablando de aplas...
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La sangre de los niños riega el mundo la buena gente mira hacia otro lado no quieren verlo les molesta prefieren no pensar en eso ...