El 2011 me ha dejado huérfana por varios sitios, me ha reflejado en un espejo amargo, me ha traído en su estreno, un dolor profundo y algún palo. Y al final me ha dejado el sabor del trabajo hecho. Me ha enfriado algunos sueños, le ha quitado el moho a otros.
Siguiendo la rutina de todos los años, esta última noche esquivaré alguna invitación y brindaré con las ausencias. Salud
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30 dic 2011
14 dic 2011
silba tu voz
Era tu voz un planeta que abarcaba toda la música
tu voz a chorros inundando las tardes de sudestada
las lunas inquietas, las siestas imposibles
tu voz incitando a los amantes a colarse por las puertas de atrás
tu risa desparramada entre calles y alamedas
tus palabras, dueñas de aquellos años dorados.
Ahora tu boca expulsa hilachas de sonidos
y ensaya la despedida.
tu voz a chorros inundando las tardes de sudestada
las lunas inquietas, las siestas imposibles
tu voz incitando a los amantes a colarse por las puertas de atrás
tu risa desparramada entre calles y alamedas
tus palabras, dueñas de aquellos años dorados.
Ahora tu boca expulsa hilachas de sonidos
y ensaya la despedida.
8 dic 2011
lugar común
Qué gusto tendrá la muerte? Cuál será el último sabor atrapado por mi lengua?
Qué aroma flotará en el ambiente? Habrá luz, penumbra, oscuridad?
Qué aroma flotará en el ambiente? Habrá luz, penumbra, oscuridad?
5 dic 2011
anécdota de mar
Paseaba de una punta a la otra de la bahía, esperando que el hombre bajara de la barca, para acordar con él la vuelta al continente. El dueño de la posada le había dicho que saldría con un grupo al día siguiente y ellos podrían sumarse. Se demoraba en fondear la barca que desde la costa se veía derivando, el viento le complicaba la tarea, ella dio una vuelta más desde el muelle hasta la punta, mientras el sol caía dejando una franja ardiente sobre el verde de la mata. Al volver lo alcanzó cuando tocaba la playa con el cayuco comunitario, él le sonrió, sin saber que ella le esperaba. Se saludaron, Marina le explicó que le interesaba el charter y él le dijo que la barca acababa de averiarse, le llevaría unas cuantas horas repararla, si decidían esperar, los llevaría con gusto. Se conformó con el hecho de pasar un día más allí y acordaron la salida para cuando la barca estuviera lista. Hubo entre ellos una química intensa, él le contó que era español, ella nunca lo hubiera imaginado, el encuentro con el hombre le produjo una alegría exagerada. Alfonso, así se llamaba, estaba afincado en la isla desde hacía casi treinta años y parecía un nativo más.
Al volver a la posada le dijo a Cristian que había que esperar, era la persona adecuada para llevarlos y dejando de lado la avería, continuaba la mala mar.
La idea de quedarse un día más tampoco estaba mal, el sitio era un paraíso tropical y el tiempo para regresar les sobraba. Durante la cena saboreó, junto con el pescado y la ensalada, las pocas frases que había intercambiado con el barquero.
El hombre volvió a la casa con la euforia de siempre que se encontraba con alguien de su tierra. Aunque no guardara de allá, muchos recuerdos entrañables, a veces le gustaba regodearse en la morriña. Además, esa pasajera lo había cautivado, tenía todo lo que a él le gustaba, era femenina, directa, atlética. Más allá de la lengua en común, hablaba su idioma. El breve encuentro había sido una caricia en medio del día complicado. La imaginó compartiendo su vida con un hombre mediocre y apacible, una vida sin emoción, sintió pena por no haberla hallado en algún lugar del pasado, quizás hubieran podido vivir algo importante. Ella tenía algo especial, era de mar, como su nombre. Bien podrían haberse encontrado en medio de algún naufragio.
Ella por su parte, lo presintió solitario viviendo en una choza en la playa o selva adentro, una especie de ermitaño, una idea que le duró poco tiempo, porque al día siguiente Cristian, que fue a confirmar la hora de la salida, la sacó de su fantasía, había encontrado al hombre sentado en el porche de una confortable casa junto a su morena compañera.
Lo visualizó, entonces, al lado de una mulata exuberante de piel aceitunada, la tópica historia de tantos que cambian una vida urbana por otra salvaje y aventurera, ganando algunas cosas y sacrificando otras.
Las dos noches y el día pasaron rápido. Al amanecer comenzaron a escucharse los rugidos de la barca en medio de la bahía. Después del desayuno y de jugar con los colibríes sedientos que visitaban cada mañana la posada, bajaron al embarcadero al tiempo que se acercaba.
Mientras Cristian arrojaba los bolsos a la bañera, Alfonso le tendió la mano para ayudarle a subir, ella se la cogió como si nunca se hubieran soltado, las manos encajaron con total armonía.
Alfonso observó a Cristian de soslayo, a pesar de haberlo conocido el día anterior, le dio rabia verlo junto a ella, no tenía nada de gris oficinista, resultó ser muy joven y atractivo. Rabia también, por sentirla tan parecida a él, reconocía, en esa mujer de labios húmedos, su propia voluptuosidad.
Estuvo largo rato al timón mientras bordeaban la costa de la isla, que iba deshilachándose en pequeños muelles y calas turquesas, y cruzaban una franja de mar abierto, el sol alto se reflejaba en los hombros bronceados de los viajeros.
Por unos momentos coincidieron en popa, el capitán estaba sumido en el cigarro, la presencia de Marina lo obligó a mirarla con los ojos entrecerrados y envueltos en humo. Fue un instante largo e incómodo para ambos, él arrojó al agua la colilla y se marchó. No volvieron a mirarse
Desde la cabina llegaba la música de Bebel Gilberto, Mais feliz, invitando a la nostalgia por cosas jamás vividas.
Ella sentía una especie de resignación por el encuentro a destiempo, los abrazos que de tanto en tanto le daba Cristian la hacían sentir molesta. Fantaseaba con los mundos paralelos, con las esquinas en que habrían estado a punto de cruzarse, con el caprichoso impulso que hizo que uno de los dos cambiara de dirección, con el improbable paralelismo donde tal vez estarían juntos bajo ese mismo sol, ella reemplazándolo de a ratos al timón, tal como estaba haciendo el marinero en ese momento. Pensaba en los fragmentos de existencia que, en medio del caos, no siempre encajan con la pieza adecuada.
Sobre el mediodía llegaron a puerto, Alfonso dejó salir la furia gritándole a otro barquero que le dejara sitio para amarrar. Marina y su compañero se unieron al grupito de pasajeros dispuestos a desembarcar.
Una vez en tierra, el barquero arrancó el dinero que la mano de Cristian le ofrecía, saludó con un gruñido y se dio la vuelta.
A ella le dolía el vientre, se sentó sobre la mochila y estuvo un rato respirando el aire del puerto, caliente y enrarecido por los pensamientos mojados.
Al volver a la posada le dijo a Cristian que había que esperar, era la persona adecuada para llevarlos y dejando de lado la avería, continuaba la mala mar.
La idea de quedarse un día más tampoco estaba mal, el sitio era un paraíso tropical y el tiempo para regresar les sobraba. Durante la cena saboreó, junto con el pescado y la ensalada, las pocas frases que había intercambiado con el barquero.
El hombre volvió a la casa con la euforia de siempre que se encontraba con alguien de su tierra. Aunque no guardara de allá, muchos recuerdos entrañables, a veces le gustaba regodearse en la morriña. Además, esa pasajera lo había cautivado, tenía todo lo que a él le gustaba, era femenina, directa, atlética. Más allá de la lengua en común, hablaba su idioma. El breve encuentro había sido una caricia en medio del día complicado. La imaginó compartiendo su vida con un hombre mediocre y apacible, una vida sin emoción, sintió pena por no haberla hallado en algún lugar del pasado, quizás hubieran podido vivir algo importante. Ella tenía algo especial, era de mar, como su nombre. Bien podrían haberse encontrado en medio de algún naufragio.
Ella por su parte, lo presintió solitario viviendo en una choza en la playa o selva adentro, una especie de ermitaño, una idea que le duró poco tiempo, porque al día siguiente Cristian, que fue a confirmar la hora de la salida, la sacó de su fantasía, había encontrado al hombre sentado en el porche de una confortable casa junto a su morena compañera.
Lo visualizó, entonces, al lado de una mulata exuberante de piel aceitunada, la tópica historia de tantos que cambian una vida urbana por otra salvaje y aventurera, ganando algunas cosas y sacrificando otras.
Las dos noches y el día pasaron rápido. Al amanecer comenzaron a escucharse los rugidos de la barca en medio de la bahía. Después del desayuno y de jugar con los colibríes sedientos que visitaban cada mañana la posada, bajaron al embarcadero al tiempo que se acercaba.
Mientras Cristian arrojaba los bolsos a la bañera, Alfonso le tendió la mano para ayudarle a subir, ella se la cogió como si nunca se hubieran soltado, las manos encajaron con total armonía.
Alfonso observó a Cristian de soslayo, a pesar de haberlo conocido el día anterior, le dio rabia verlo junto a ella, no tenía nada de gris oficinista, resultó ser muy joven y atractivo. Rabia también, por sentirla tan parecida a él, reconocía, en esa mujer de labios húmedos, su propia voluptuosidad.
Estuvo largo rato al timón mientras bordeaban la costa de la isla, que iba deshilachándose en pequeños muelles y calas turquesas, y cruzaban una franja de mar abierto, el sol alto se reflejaba en los hombros bronceados de los viajeros.
Por unos momentos coincidieron en popa, el capitán estaba sumido en el cigarro, la presencia de Marina lo obligó a mirarla con los ojos entrecerrados y envueltos en humo. Fue un instante largo e incómodo para ambos, él arrojó al agua la colilla y se marchó. No volvieron a mirarse
Desde la cabina llegaba la música de Bebel Gilberto, Mais feliz, invitando a la nostalgia por cosas jamás vividas.
Ella sentía una especie de resignación por el encuentro a destiempo, los abrazos que de tanto en tanto le daba Cristian la hacían sentir molesta. Fantaseaba con los mundos paralelos, con las esquinas en que habrían estado a punto de cruzarse, con el caprichoso impulso que hizo que uno de los dos cambiara de dirección, con el improbable paralelismo donde tal vez estarían juntos bajo ese mismo sol, ella reemplazándolo de a ratos al timón, tal como estaba haciendo el marinero en ese momento. Pensaba en los fragmentos de existencia que, en medio del caos, no siempre encajan con la pieza adecuada.
Sobre el mediodía llegaron a puerto, Alfonso dejó salir la furia gritándole a otro barquero que le dejara sitio para amarrar. Marina y su compañero se unieron al grupito de pasajeros dispuestos a desembarcar.
Una vez en tierra, el barquero arrancó el dinero que la mano de Cristian le ofrecía, saludó con un gruñido y se dio la vuelta.
A ella le dolía el vientre, se sentó sobre la mochila y estuvo un rato respirando el aire del puerto, caliente y enrarecido por los pensamientos mojados.
me acuerdo
De Patoruzito, Locuras de Isidoro, La Bella Gente, Intervalo.
Algo más atrás el ingenio de Ledesma, los cerros brillando en las mañanas y el camino a Caligegua flanqueado de bambúes.
De la locura de mis hermanas.
28 nov 2011
una de borges
Contó una vez, que cuando era joven estuvo a punto de hacerse vegetariano "Fue una suerte que no siguiera ese impulso, fíjese usted -dijo-, porque si lo hubiera hecho estaría ahora en compañía del jacovino Saint Just y de Adolfo Hitler, que eran vegetarianos. Y eso sería una gran incomodidad. ¿No le parece?"
10 nov 2011
postal
Ya van once días de noviembre y las horas de luz son cada vez más escasas. La calidad de los atardeceres compensa lo breve.
Una barquita regresa con la pesca y una nube de gaviotas anexadas a la popa. Los rojos se vuelven lilas al incrustarse en la piedra.
El mar es mío.
Y el capitán en tierra.
Una barquita regresa con la pesca y una nube de gaviotas anexadas a la popa. Los rojos se vuelven lilas al incrustarse en la piedra.
El mar es mío.
Y el capitán en tierra.
28 oct 2011
otra vez huxley
¿Qué es mejor: nacer estúpido en una sociedad inteligente, o inteligente en una insana?
(releyendo La isla )
(releyendo La isla )
22 oct 2011
surrealista
Acabo de recibir un correo del administrador de la comunidad de mi edificio, allá en el sur del mundo. El asunto decía “Planta verde de tus inquilinos” y en el cuerpo del mensaje me contaba que había sido alertado por la señora que limpia las escaleras de que la chica (inquilina en cuestión) tiene en su azotea una planta que parece Marihuana y que si no tomo medidas, podré verme implicada en un allanamiento. Mientras aquí a 10.000 km de distancia arrastro la escayola hasta el cuarto de baño pienso en ese país donde la vida no vale nada, donde cada diez minutos matan a alguien para quitarle unas monedas, donde los púberes tienen las neuronas quemadas por el paco y libre acceso armas de fuego, donde los políticos se regodean en un irreality show intentando que el circo se perpetúe. Y en la plantita de la ingenua señorita B generando espanto.
27 sept 2011
26 sept 2011
happy birthday
Ni el oro en polvo nos salva de la decrepitud.
Mi amigo necesita un colchón y un abanico.
No puedo ayudarlo, como y como y me inflo como un sapo.
Estelas de dolor que dejan las pasiones.
La habitación ondula al ritmo del cansancio.
Mi amigo necesita un colchón y un abanico.
No puedo ayudarlo, como y como y me inflo como un sapo.
Estelas de dolor que dejan las pasiones.
La habitación ondula al ritmo del cansancio.
25 sept 2011
leer
Las personas que leen no tienen límites; las que no leen son nada más que ellas mismas.
Benjamín Prado
Benjamín Prado
15 sept 2011
los mitos (otros)
Vivimos tiempos difíciles y todo lo que nos defienda del manicomio puede aceptarse como bueno para aquellos que carecen de nervio.
Joseph Campbell
Joseph Campbell
2 sept 2011
16 ago 2011
la isla de la abundancia
Aunque no está donde todos la buscan.
No en los barcos de señores poderosos que secan con combustible y basura la posidonia. No en los sitios glamurosos donde se pavonean los famosos y los séquitos de muñecos que les adoran. No en la noche donde pierden las neuronas los jóvenes y los que no lo son se juegan las pocas que aún conservan. Tampoco en las playas abarrotadas, ni en las tiendas donde una camiseta cuesta tanto como un diamante. Nada más que un conglomerado de vacío.
La abundancia de la isla está en las higueras rebosantes que invitan al caminante a comer hasta que los labios se hinchen, en los melones, los más sabrosos del mundo, que crecen amarillos al costado del camino, en las datileras y las yucas, que pintan de amarillo los campos, en las vides preñadas de oscuro. En los innumerables bosques que derrochan flora mediterránea. En los aromas de romero, enebro, dama de la noche. En la luz de la luna derramada sobre los pinos y la piedra. En los senderos que parece que no llevaran a ninguna parte cuando en realidad esconden el tesoro.
No en los barcos de señores poderosos que secan con combustible y basura la posidonia. No en los sitios glamurosos donde se pavonean los famosos y los séquitos de muñecos que les adoran. No en la noche donde pierden las neuronas los jóvenes y los que no lo son se juegan las pocas que aún conservan. Tampoco en las playas abarrotadas, ni en las tiendas donde una camiseta cuesta tanto como un diamante. Nada más que un conglomerado de vacío.
La abundancia de la isla está en las higueras rebosantes que invitan al caminante a comer hasta que los labios se hinchen, en los melones, los más sabrosos del mundo, que crecen amarillos al costado del camino, en las datileras y las yucas, que pintan de amarillo los campos, en las vides preñadas de oscuro. En los innumerables bosques que derrochan flora mediterránea. En los aromas de romero, enebro, dama de la noche. En la luz de la luna derramada sobre los pinos y la piedra. En los senderos que parece que no llevaran a ninguna parte cuando en realidad esconden el tesoro.
10 ago 2011
2 ago 2011
asia
Aturden los efluvios del incienso
y todas las fragancias
hojas verdes de té
canela y jengibre
oraciones que llegan
desde lo alto
llamadores al viento
senderos tapizados
de hábitos naranjas
frutos madurando en los altares
desnudos pies
que pisan el silencio
la nieve que se funde
en un sol ensangrentado
La vida que pasa por ahí
sin accesorios
ojos rasgados en misterio
inventos milenarios
reverentes sonrisas
Princesas y dragones
viviendo en valles de obscenas armonías
danzando con sonidos imposibles
mamando del venerable pecho.
y todas las fragancias
hojas verdes de té
canela y jengibre
oraciones que llegan
desde lo alto
llamadores al viento
senderos tapizados
de hábitos naranjas
frutos madurando en los altares
desnudos pies
que pisan el silencio
la nieve que se funde
en un sol ensangrentado
La vida que pasa por ahí
sin accesorios
ojos rasgados en misterio
inventos milenarios
reverentes sonrisas
Princesas y dragones
viviendo en valles de obscenas armonías
danzando con sonidos imposibles
mamando del venerable pecho.
31 jul 2011
claustrofobia
La mía viene del barranco, un sitio que aparece en sueños una y otra vez, allí donde caímos rebalando mi primo Gustavo y yo cuando teníamos cinco años y desde donde pensamos que nunca saldríamos. Recuerdo la boca enorme de Gustavo abriéndose en un lloriqueo que me alteró tanto que, presa del pánico, le mordí la mano.
29 jul 2011
mitos
¿Que habrá de cierto en la historia del llanto imparable de Nietzsche?
Mares de tinta han confluído en sus lágrimas.
Mares de tinta han confluído en sus lágrimas.
28 jul 2011
lo que pudo ser
Tal vez me hubiese enamorado como una loca de él, si él no lo hubiera hecho de mí. Nunca me gustaron las simetrías.
26 jul 2011
23 jul 2011
hilandero
Mi primo Juanjo suele proveerme de algunos momentos de infancia, vividos en aquel pueblo perdido en el diccionario. La calle de adoquines y aceras con árboles cargados de naranjas, el gusto amargo de esas frutas engañosas, el almacén de Tito, la esquina de Malacalza, don Alcides, el castillo de Ferrari, las ramas de paraíso con las que cazábamos mariposas, la peluquería donde iban las mujeres de la familia a hacerse los peinados banana. Mis intentos de escapar por el ventanuco de la habitación durante la siesta, para al final decidir que era más simple esperar a que se duerman los mayores y salir por la puerta. Las horas misteriosas en que reinaba la Solapa.
17 jul 2011
¿para qué narrar?
¿Para qué recordar?
No hace falta hacer memoria, esos momentos están siempre ahí. Si no los echo fuera, no habrá más personajes que esa niña sin ángeles, que aún espera que alguien la recoja.
No hace falta hacer memoria, esos momentos están siempre ahí. Si no los echo fuera, no habrá más personajes que esa niña sin ángeles, que aún espera que alguien la recoja.
14 jul 2011
acerca de mí
Hago dos horas de gimnasia diaria.
Leo cuatro libros por semana.
Espero la luna llena y llego puntual a ver la salida.
Enciendo una vela cada día. Por las mañanas medito asomada a una ventana.
Cuento los segundos mientras hago pis, normalmente son 24.
Me tapo los oídos y miro algo verde cuando escucho una sirena.
Cuento hasta cinco y me toco la teta izquierda mientras se enciende el ordenador o el teléfono o la lavadora (tengo que haber llegado a cinco antes de que suene la músiquita de inicio)
Si al encontrarme en un sitio, llega mucha gente y me veo en el compromiso de saludar, escapo por la puerta trasera, si la hay.
No cierro la puerta de ningún baño, por miedo a no poder salir.
En los aviones, siempre en pasillo. No viajo en metro ni ascensor.
No soporto ver los envoltorios de plástico arrugados: tisúes, servilletas, ni ver trocitos de papel blanco en el suelo del baño. Tampoco botellas de agua a medio vaciar.
El resto, es muy íntimo.
Leo cuatro libros por semana.
Espero la luna llena y llego puntual a ver la salida.
Enciendo una vela cada día. Por las mañanas medito asomada a una ventana.
Cuento los segundos mientras hago pis, normalmente son 24.
Me tapo los oídos y miro algo verde cuando escucho una sirena.
Cuento hasta cinco y me toco la teta izquierda mientras se enciende el ordenador o el teléfono o la lavadora (tengo que haber llegado a cinco antes de que suene la músiquita de inicio)
Si al encontrarme en un sitio, llega mucha gente y me veo en el compromiso de saludar, escapo por la puerta trasera, si la hay.
No cierro la puerta de ningún baño, por miedo a no poder salir.
En los aviones, siempre en pasillo. No viajo en metro ni ascensor.
No soporto ver los envoltorios de plástico arrugados: tisúes, servilletas, ni ver trocitos de papel blanco en el suelo del baño. Tampoco botellas de agua a medio vaciar.
El resto, es muy íntimo.
12 jul 2011
eso
Siempre por ahí
la cosa
lo que todos tememos
muta y muta
un hombre delgado aparece en la oscuridad
la sala de un hospital
una calle mugrienta
el graznido de un cuervo
la mirada de varios cuervos
un escaparate lleno de ataúdes
una voz estridente
un grito inesperado
varias noches de insomnio
bocas que supuran vacío
la cosa
lo que todos tememos
muta y muta
un hombre delgado aparece en la oscuridad
la sala de un hospital
una calle mugrienta
el graznido de un cuervo
la mirada de varios cuervos
un escaparate lleno de ataúdes
una voz estridente
un grito inesperado
varias noches de insomnio
bocas que supuran vacío
10 jul 2011
I Concurso de Relatos Gastronómicos el Mirador del Norte: 3- Carta comestible, por Setarcos
Se pueden leer on line y se pueden votar. El tal jacobino me cae muy antipático.
6 jul 2011
la pequeña
Solo en aquella isla huelen los así bosques. La resina escapa de los árboles, brota ligera, se derrama sobre la corteza y baja hasta los senderos perforados por piedras y raíces.
3 jul 2011
sin título
Avancé guardándome los temblores
presumiendo de sorda ante mi sangre
lo encontré colgado en el trastero
enseguida sus ojos se volvieron morados
escaparon de las órbitas oscuras
dejando atrás las máscaras y las miradas secas
pronto será una bolsa de huesos arruinados
¿donde irá la consciencia
donde el ritmo intruso de los pensamientos
donde los mandatos lacerantes
donde la gracia de un mundo envenenado?
presumiendo de sorda ante mi sangre
lo encontré colgado en el trastero
enseguida sus ojos se volvieron morados
escaparon de las órbitas oscuras
dejando atrás las máscaras y las miradas secas
pronto será una bolsa de huesos arruinados
¿donde irá la consciencia
donde el ritmo intruso de los pensamientos
donde los mandatos lacerantes
donde la gracia de un mundo envenenado?
30 jun 2011
bradbury
Nunca pasamos nada por alto.
Somos copas que se llenan constante, silenciosamente.
El truco consiste en saber volcarse para que la belleza se derrame.
Somos copas que se llenan constante, silenciosamente.
El truco consiste en saber volcarse para que la belleza se derrame.
26 jun 2011
de barro somos
Me gustaría hacer una gran bola con la gente repulsiva que pulula por la calle, las playas, los medios, las fronteras, los bancos, la vida. Una bola arcillosa gigante y arrojarla a algún río oscuro.
22 jun 2011
pesadilla
“¿Será que me he muerto y soy la última en enterarme? No recuerdo haberme enfermado ni sufrido un accidente. Pero esto, sin duda alguna es mi funeral. Así que aquí se acaba mi historia y sin previo aviso, sin anestesia ni cena de despedida, me expulsan de la Tierra. Y encima debo mantenerme invisible aguantando las caras de falso vinagre de la vecina, que cada vez que se levanta de mal talante arroja la basura a mi jardín. Pues no se parece a la idea que tenía del paraíso”
19 jun 2011
18 jun 2011
querido diario
Los tórridos mediodías generan clarividencia, pensé en la bruja y llamó, hablamos de lo que había pensado que hablaríamos. Recordé cosas de la infancia, estados y sensaciones de claridad y proyección durante las siestas estivales. Luego en el chat
irrumpió mi primo desde muy lejos y me regaló un montoncito de recuerdos.
irrumpió mi primo desde muy lejos y me regaló un montoncito de recuerdos.
8 jun 2011
4 jun 2011
noctámbula
Pero aquello no volvió a presentarse. Entonces supo que los fantasmas no entienden de bromas y que los trucos para desconcertarlo sólo le habían ahuyentado. Vivió esa noche a oscuras, sin figuras, recuerdos ni magia, aguijoneada por la soledad. Pendiente de la puerta y la respiración de las paredes. Casi inmóvil, por temor a hacer algo que prolongara más su ausencia, se quedó dormida.
31 may 2011
nocturna
Limpia de espectros, sentía en la diafanidad de la noche la energía renovada del comienzo. En este ritmo invertido la vida transcurría como una serie realizada para una única espectadora, ella misma. Le asaltaban curiosos estados de ánimo. Los sentidos se llenaban de estímulos matinales; el canto de un gallo, los pájaros festejando la llegada del calor. Aromas de pan saliendo del horno, café cayendo desde la cafetera a la taza. La vista le hacía algunos trucos, por momentos veía subir el café desde la taza a la cafetera. Tal vez los ojos se hubieran alterado con los destellos.
27 may 2011
el baile
La isla desnuda arde. Desde una ventana veo crecer el humo con forma de árbol, inflándose hacia la amenaza. Cierro la cortina y me asomo a otra ventana, desde donde llega música de pasodoble. Un grupo de viejos baila con frenesí propio de los que nada esperan, ajenos al incendio de la tierra. Anacrónicos, inoportunos, maravillosos. Por nada del mundo se perderían este baile, tal vez el último.
26 may 2011
24 may 2011
21 may 2011
20 may 2011
top secret
Mucha gente guarda un secreto a lo largo de su vida. Algo que por alguna razón se encuentra incapaz de compartir.
Pero ¿cuándo un secreto es secreto? Los secretos a medias son aquellos que uno puede confiar a alguien, convirtiéndolo en guardián (o cómplice). Hay secretos que no se le confían a nadie, pero han habido testigos de aquello que ocultamos. Testigos que no saben que lo son, nada les dice que participan del secreto. Socios circunstanciales de nuestra oscuridad.
Pero ¿cuándo un secreto es secreto? Los secretos a medias son aquellos que uno puede confiar a alguien, convirtiéndolo en guardián (o cómplice). Hay secretos que no se le confían a nadie, pero han habido testigos de aquello que ocultamos. Testigos que no saben que lo son, nada les dice que participan del secreto. Socios circunstanciales de nuestra oscuridad.
16 may 2011
sólo Europa?
Me ha gustado un artículo de José Ignacio Torreblanca que ha publicado hoy El País donde da cinco razones por las que Europa se resquebraja. Al menos tres de ellas, podrían, con pequeñas diferencias, aplicarse al resto del mundo. No creo que haya suficiente pegamento.
7 may 2011
por narices
De la infancia llega el olor de la casa de los abuelos, a mañanas de café y tostadas y tardes de flores que el viejo compraba en los viveros japoneses: clavelinas, geranios, begonias.
De la adolescencia el pachuli, la maría, las cabelleras de los chicos guapos que olían a champú de almendras y a sándalo.
De la juventud el de la fuga al mar, el olor iodado de la costa, a los senderos de pinos, a cremas de coco, al halo sudoroso del bronceado.
3 may 2011
too much
Primero la llegada del hombre a la luna. Se lo creyeron casi todos.
Después de muchas más, el montaje de las torres gemelas (por suerte ya muchos saben quienes fueron los verdaderos ejecutores) y el invento de Bin Laden. ¿Alguien duda de que es un actor contratado?
Ahora pretenden hacernos creer que lo han matado. Como diría mi amigo Pipo: que demasiaoo.
Después de muchas más, el montaje de las torres gemelas (por suerte ya muchos saben quienes fueron los verdaderos ejecutores) y el invento de Bin Laden. ¿Alguien duda de que es un actor contratado?
Ahora pretenden hacernos creer que lo han matado. Como diría mi amigo Pipo: que demasiaoo.
30 abr 2011
me acuerdo
De las tardes de la adolescencia, perdidas Cynthia y yo, por las calles de Barracas buscando la casa de la calle Isabel la Católica, el misterio y los personajes de "Sobre héroes y tumbas" Luego en la juventud y la madurez, la certeza de que él estaba en su casa de Santos Lugares y en cualquier momento lo visitaríamos, como a un tío cercano y eterno. Otro sitio para no volver.
citas citas
"El cuerpo es como el mar, una entidad en la que no se puede arrojar ningún daño sin que vuelva a aflorar a la superficie" (M C D)
"Sobrellevar la vida es el deber primordial de todos los seres vivientes. La ilusión no tiene ningún valor si hace esto más difícil"
(Sigmund Freud)
"Sobrellevar la vida es el deber primordial de todos los seres vivientes. La ilusión no tiene ningún valor si hace esto más difícil"
(Sigmund Freud)
26 abr 2011
25 abr 2011
en serie
Tengo algunas amigas que han ido mutando con el tiempo
y ahora todas ellas se parecen a la baronesa Thyssen.
y ahora todas ellas se parecen a la baronesa Thyssen.
22 abr 2011
16 abr 2011
fuertes
Ese pato que es el dos
está navegando siempre
pero a mi me gusta el siete
porque es un roto en la vida
y como estoy descosida
le digo a lo triste: vete.
(Gloria Fuertes)
está navegando siempre
pero a mi me gusta el siete
porque es un roto en la vida
y como estoy descosida
le digo a lo triste: vete.
(Gloria Fuertes)
12 abr 2011
arduo
Cuesta tanto a veces, desnudar una palabra. Arrugarla, quitarle los tonos y los ritmos, deshilacharla. Abandonar el revoltijo de hilos, sentarse y esperar a que renazca con algún sentido.
10 abr 2011
enganchados
Harta de escuchar los lloriqueos añorando el papel, el face to face, la carta certificada. Este punto en el que estamos, ha sido bien programado.
Somos todos pescaditos.
Somos todos pescaditos.
6 abr 2011
elemental
Lo que uno haga en esta vida carece de importancia. La cuestión radica en lo que uno es capaz de hacer creer que hace.
Sherlok Holmes (A.C Doyle)
Sherlok Holmes (A.C Doyle)
20 mar 2011
letras porteñas
...No te hagás la rata cruel
desparramando la guita
baja el copete mi'jita
con tu pinta abacanada
pero si sos más "manyada"
que el tango la cumparsita
desparramando la guita
baja el copete mi'jita
con tu pinta abacanada
pero si sos más "manyada"
que el tango la cumparsita
17 mar 2011
16 mar 2011
con la misma piedra
Japón sufrió las desgracias de Hiroshima y Nagasaki.
Eso no bastó para que cortara relaciones con la energía nuclear.
Pronto comenzó a coquetear con las centrales, hasta situarse a la vanguardia mundial.
Es todo por ahora.
Eso no bastó para que cortara relaciones con la energía nuclear.
Pronto comenzó a coquetear con las centrales, hasta situarse a la vanguardia mundial.
Es todo por ahora.
13 mar 2011
9 mar 2011
16 feb 2011
fragmento 2
....¡Que sencilla es la muerte: que sencilla
pero qué injustamente arrebatada
No sabe andar despacio y acuchilla
cuando menos se espera, su turbia cuchillada.
Tú, el más firme edificio, destruido
tú, el gavilán más alto, desplomado
tú, el más grande rugido
callado, y más callado, y más callado ...
Miguel Hernández, "Elegía primera"
pero qué injustamente arrebatada
No sabe andar despacio y acuchilla
cuando menos se espera, su turbia cuchillada.
Tú, el más firme edificio, destruido
tú, el gavilán más alto, desplomado
tú, el más grande rugido
callado, y más callado, y más callado ...
Miguel Hernández, "Elegía primera"
11 feb 2011
sin bragas
Es el plato con la comida que vuelve intacto a la cocina, un día, otro y al siguiente. Es el espacio vital reducido a la cama. Es ignorar la lluvia el sol, el calendario. Es la duermevela y el show del dolor.
La pestilencia venenosa.
La muerte.
La pestilencia venenosa.
La muerte.
9 feb 2011
cuando no puedo escribirlo
Lo digo o lo aullo
me aferro a las palabras más filosas
y las clavo en tu garganta, en tus oídos
hasta que sangran.
me aferro a las palabras más filosas
y las clavo en tu garganta, en tus oídos
hasta que sangran.
31 ene 2011
un recuerdo
La Solapa, especie de duende maligno que aparecía a la hora de la siesta si los niños andábamos levantados. Nunca la veíamos, pero pudimos percibirla en varias ocasiones.
30 ene 2011
headlines
Arabia se enciende, India se levanta.
Los barceloneces del Ensanche presencian la retirada de un emblema.
Los barceloneces del Ensanche presencian la retirada de un emblema.
demonios
Hacía un tiempo que le veía colas a la la gente, al principio eran como sombras serpentinas detrás de ellos, luego fueron definiéndose al punto que un chico pasó a mi lado arrastrando una larga y contundente cola. Pensé que podría tratarse de disfraces o de alguna extensión impuesta por la moda. No las asocié con ellos hasta varias visiones después.
29 ene 2011
27 ene 2011
26 ene 2011
mandando fruta
No espera la manzana
ni es noble la buena mandarina
es la media naranja
un cuento chino
y no soy yo la guinda
del pastel.
ni es noble la buena mandarina
es la media naranja
un cuento chino
y no soy yo la guinda
del pastel.
25 ene 2011
v.g
Sigo deambulando por los rincones de la villa. El otro día en el bosque, me encontré con un conejo gigante, que al verme, no sólo no se inmutó, sino que vino hacia mí. Y anoche en el jardín con la luna ya alta, apareció una comadreja en el mismo plan. A pesar de este enero superpoblado, la fauna me recibe. Ya puedo ser la envidia de Alicia en su país y de ese escritor que presume de Hemingway.
20 ene 2011
19 ene 2011
licencias
Con unas copas de más:
urdimos una traición
puteamos a los amigos
alabamos a los enemigos
meamos en el jardín del vecino
nos acostamos con quien no debemos.
urdimos una traición
puteamos a los amigos
alabamos a los enemigos
meamos en el jardín del vecino
nos acostamos con quien no debemos.
bloqueo
Voy mendigando por las zonas oscuras
algún sueño barato, alguna historia
un ínfimo mendrugo que alimente este vacío
la compañía casual de un gato melancólico
me vuelvo invisible y aún así
mi cuerpo es muy espeso
podría pisar la tabla floja y caer
o bien podría aplastarme algún fantasma sin saberlo
las pesadillas no son sólo
malos ratos inventados.
algún sueño barato, alguna historia
un ínfimo mendrugo que alimente este vacío
la compañía casual de un gato melancólico
me vuelvo invisible y aún así
mi cuerpo es muy espeso
podría pisar la tabla floja y caer
o bien podría aplastarme algún fantasma sin saberlo
las pesadillas no son sólo
malos ratos inventados.
17 ene 2011
sin luz
Me arrastro
esquilmada por las bestias
que conspiran y se relamen
oscura
acogiendo los embates
de mi propia sordidez.
esquilmada por las bestias
que conspiran y se relamen
oscura
acogiendo los embates
de mi propia sordidez.
15 ene 2011
14 ene 2011
ectoplasma
Tenía la sensación de que había una presencia en la casa. Me suele pasar cuando estoy sola en casa de él. Escuché pasos en el pasillo y derramé la gelatina, resbaló por mis manos dejando un extraño dibujo en el suelo.
4 ene 2011
también me acuerdo
Del Pablo adolescente, cuando me dijo que tener "agua en los ojos" es la señal de los elegidos. Y yo me lo creí.
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